Las medias de compresión son una calcetería diseñada para ejercer determinada presión en las piernas, favoreciendo que la sangre circule hacia arriba. De esta manera disminuye la concentración de sangre en las piernas. Se usan especialmente para prevenir, reducir o tratar la aparición de venas varicosas.
Además, el nivel de compresión y las características de estas varían de acuerdo a lo que se quiera lograr. Las medias de compresión que llegan al muslo o a la cintura ayudan a reducir la acumulación de sangre en las piernas y permiten evitar mareos o caídas al ponerse de pie.
Por otro lado, las medias de compresión que llegan hasta la rodilla ayudan a restringir la hinchazón por acumulación de líquidos en la parte inferior de las piernas y sirven también para prevenir úlceras venosas o el desarrollo de coágulos sanguíneos en las piernas.
También, vienen en distintas presentaciones, de manera que algunas son de punta abierta, otras de punta cerrada, y de distintos colores. Así se adaptan a las necesidades del paciente, teniendo concordancia con sus gustos o forma de vestir.
Las medias de baja compresión se pueden usar sin formulación médica. En caso de que las medias sean ordenadas por un especialista, es importante seguir sus instrucciones, sobre el tiempo que se van a usar diariamente, y el horario indicado.
¿Cómo se colocan las medias de compresión?
Aunque parezca extraño, la forma en la que se coloquen las medias de compresión influye en los resultados que se obtendrán. Por eso es recomendable seguir cierta rutina al momento de hacerlo.
Antes de usarlas, se debe tener la piel seca, ya que la humedad dificulta subir las medias. También ayuda sentarse, para tener estabilidad mientras se suben las medias por las piernas.
Una vez puestas las medias anti varices, es conveniente revisar que las costuras corran rectas por la pierna y que las medias no estén amontonadas o arrugadas en ninguna parte, especialmente en los tobillos. Además, cerciorarse de que el borde superior de la media quede liso.